viernes, 4 de julio de 2014

El Triángulo Merideño

Era un día tranquilo, el presidente de Corpoandes Román Eduardo Sandia Briceño; ingeniero y padre de familia. Se dirigía a Mérida para realizar algunos trabajos y luego regresar con su familia.

Luego de terminar de poner sus cosas en su avioneta, el junto al piloto entraron.

-Ingeniero Sandia, ¿listo para partir?- le pregunto el capitán León antes de ponerse sus audífonos.

-Si Gus- como lo llamaba todo el mundo, incluso su jefe- vámonos- dijo el tomando asiento y abrochando su cinturón de seguridad.

El piloto hizo los últimos preparativos y luego de ordenar la cerrada de la puerta por uno de los asistentes de pista; ambos partieron a un viaje que sería el último de sus vidas.
Mientras tanto en la casa su esposa sintió un susto en la boca del estómago desde que su esposo la llamo desde el teléfono público para avisarle que ya se iba a montar en el avión y que es unas cuantas horas de horas estaría allí.

-Señora, tómese un tecito para calmarse- le dijo a señora que trabaja en su casa.

Ella solo negó y elevo una plegaria a Dios.

De vuelta al avión, el vuelo estaba algo venteado ya que el instituto que vigila el clima dijo que ese día había viento pero esto era algo mucho más que una brisa. Ambos estaban preocupados por el clima antes y ahora más.

Cuanto más avanzaban en clima iba empeorando cada vez más lo cual no era tan raro pues la zona de los andes tiende a ser con mucho viento pero esto era pero de lo normal.
Pasaba en tiempo y todo empeoro, pues uno de los motores comenzó a fallar. El piloto entro en pánico y comenzó a llamar a las autoridades pues quizá tendría que hacer un aterrizaje de emergencia en plena cordillera andina.

-¡Mayday Mayday, avioneta 2250 privada con dificultades! Coordenadas Latitud 07° 43.09 Norte/ Longitud 70° 13.20 Oeste a 13.200 pies…- luego de eso no se oyó mas nada y las personas de la torre de control comenzaron una búsqueda con la certeza que la avioneta había caído.

En casa la esposa segundo antes del incidente la mujer sufrió un repentino desmayo y al poner las noticias se enteró que la avioneta blanca con franjas vino tinto había desaparecido misteriosamente.

Pasaron meses y años desde que esto paso y todos comenzaron a creer que esto había sido una mentira, que había sido un montaje y que todo había sido una mentira o ¿no lo fue?
La avioneta se consigue treinta y seis años después y aún no saben porque él no hay ni restos de los dos hombres; yo creo que no solo en las Bermudas hay un triángulo donde ocurren cosas extrañas. En Venezuela existe un sitio en Mérida donde cosas extrañas ocurren, y se llama el triángulo merideño.

-Y ¿Cómo funciona?- pregunto un niño de once años.

-Hace que el tiempo vaya más lento mientras más años estés allí, actualmente el piloto tendría mi edad y el ingeniero cincuenta años.

-Hay abuelo Gus, ¡no inventes!- dice una niña de seis años de edad.

El solo le sonrió y le dio una palmada en la espalda- vaya a jugar.

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