domingo, 25 de abril de 2010

Los dioses y su furia

Observando el mar Mediterráneo desde Creta, me puse a pensar en la batalla contra los dioses donde, perdimos por causa de Hércules que ayudo a los Olímpicos a vencernos con su tremenda fuerza, y ahora nosotros somos los monstruos que destrozamos la Tierra que esta tomada por los humanos y aunque no formamos parte de muchas leyendas aun somos conocidos por nuestra batalla contra estos dioses que antes destronaron a nuestro hermano, Cronos.

Nosotros hemos sido parte de grandes cantos sobre guerreros, nuestro nombre significa “nacidos de la tierra” y es verdad pues nuestra madre Gea, mi nombre es Titán.

El medir cinco metros me ha causado infinidad de problemas con los “héroes” de Grecia igual que con los Olímpicos, ellos me atacan por ser un monstruo.

Observando el mar empiezo a meditar sobre lo que estoy apunto de padecer, en pocos minutos será mi muerte a manos de algún Olímpico o incluso que me pase como a mis demás hermanos, no morir sino el sufrimiento eterno como a Prometeo que esta sufriendo sujetar el cielo mientras el hijo de Tifón y Equidna le devora el hígado todo el día y en noche le vuelve a crecer para volver a ser comido al día siguiente.

Estoy seguro que esto fue lo que sintió el troyano que según oí en cantos griegos fue acecinado por Aquiles, el temor a la muerte es algo que uno lleva en los instintos mas primitivos.

Yo ruego a los dioses, y es irónico decirlo pues a ellos les deberé mi desgracia, que si me pasa algo q sea rápido y me manden al Tártaro con mis demás hermanos.

Ya llevaba mas de cuatro meses molestando a varios dioses con mi conducta y ahora puedo ver a Zeus hacia mi, montado en su carruaje tirado por caballos alados, como Pegaso, lleva a su diestra el inseparable rayo y del otro lleva las riendas de sus poderosos corceles.

-Titán como has osado meterte con los dioses ahora serás castigado.

-Solo se rápido- dije casi en un murmullo
El solo asintió y una vez estuvo frente a mi me vio con pena y antes de matarme me dijo- Titán ¿Por qué has decidió esto?

-Porque estoy harto de vivir como un sujeto de alta estatura y que los humanos insignificantes me ataquen, además ya deje descendencia con las sirenas y las musas y con algunas humanas- el poderoso Zeus asintió y tomo su trueno y lo clavo en mi cuerpo causando un dolor profundo y ardiente, como si mil soles estén golpeando mi cuerpo y tan rápido como llego, la sensación se fue y caí en un mar profundo y eterno que era el descanso eterno.

Mi alma abandono mi cuerpo y caí donde Caronte que esperaba su pago de dos monedas de oro para atravesar el Egeo.

Me di cuenta que Zeus las había puesto sobre mis ojos y le pague al barquero para atravesar el mar que me llevaría a donde se llevaría a cabo el juicio de Radamantys y los demás.

FIN

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